La semana pasada tuvimos el gusto de contar, en el nivel de 5 años, con la visita de un abuelo y una mamá que supieron despertar en nosotros/as los 5 sentidos.
El olfato, con la flor de azahar que ya va abriéndose en la primavera de Sevilla.
El oído, con las marchas al son de Campanilleros.
La vista, con la cocina en directo.
El tacto, con la «pegajosa» miel.
Y el gusto… saboreando las ricas torrijas que nos cocinaron para nosotros/as.